QUESO FRESCO: 7 DÍAS DE MADURACIÓN
El queso fresco es un derivado lácteo que no ha pasado un proceso de maduración. Por eso, conserva gran parte del suero de la leche, contiene mucha agua y es de consistencia blanda y color blanco.
Es uno de los quesos más empleados en la elaboración de platos saludables como ensaladas. Maridan muy bien con vinos dulces o con mermeladas. Cabe resaltar que es importante consumir estos quesos cuanto antes una vez comprados.
- Alto contenido en potasio
- Rico en calcio
- Rico en fósforo
- Vitamina A
- Vitaminas B9 y B12
- Bajo contenido en grasas
- Buen aporte proteico
- Propiedades probióticas
El queso fresco, gracias a su aporte probiótico, ayuda al correcto funcionamiento del aparato digestivo.
Algunos de estos son: queso Cottage, queso de Burgos, Requesón, Petit Suisse y queso Quark, Ricotta, Mozzarella, Burrata.
QUESO TIERNO: DE 20 A 35 DÍAS
Su característica principal es que no es un queso envejecido, pues su tiempo de maduración es corto (entre 15 y 30 días). Lo que se consigue con el tiempo de maduración es poder mantener un mayor contenido de agua, lo que a su vez reduce la cantidad de grasas, uno de los beneficios más interesantes del queso tierno.
- Rico en proteínas y bajo en grasas
- Contiene dosis altas de calcio y fósforo
- Menos calórico que otros quesos
- Alto contenido en vitaminas A y D
- Más digestivo
QUESO SEMICURADO: DE 45 A 105 DÍAS
Su tiempo de maduración, de 2 a 3 meses, le proporciona un sabor fuerte, consiguiendo más dureza. Los tipos de quesos semicurados varían según la región y el método de elaboración.
Otra de las curiosidades de este tipo de quesos es que su sabor y aroma pueden desarrollarse aún más con el tiempo.
Lo que distingue al queso semicurado es su equilibrio entre sabor y textura. Su firmeza lo hace ideal para rallar o cortar.
- Concentración de caseína
- Mayor nivel de grasas y proteínas
- Gran fuente de calcio
- Potasio
- Vitamina D
- Suave sabor
- Versátil
QUESO CURADO: DE 100 A 180 DÍAS
Las propiedades del queso curado son únicas e interesantes desde el punto de vista nutricional. El queso curado pasa por distintas fases que van desde el ordeño hasta el cuajado y el salado, donde el queso adquiere su punto de sal y corteza.
Por lo tanto, el queso curado requiere someterse al proceso de añejado, donde el objetivo es secar el producto y proporcionarle la calidad del ahumado o salado que tanto lo caracteriza.
- Alto contenido en calcio
- Mayor número de calorías
- Más fácil de digerir
- Mejora el sistema inmune
- Sabor intenso
- Rico en sodio
QUESO VIEJO: DE 180 A 270 DÍAS
Contiene excelentes propiedades y se caracteriza por su olor, sabor y textura de carácter fuerte. Se conoce como ‘Queso Viejo’ porque conlleva un proceso de maduración muy largo que puede llegar a superar los 7 meses.
- Rico en proteínas
- Ayuda al crecimiento del sistema óseo
- Sales minerales.
- Aporte nutricional alto como materia grasa y proteínas
- Vitaminas A, B, D y E
- Hierro, zinc, calcio y fósforo
QUESO AÑEJO: MÁS DE 270 DÍAS
Es un de los favoritos para los grandes amantes del queso. Presenta un sabor muy intenso y aromatizado debido a su maduración. Su elaboración suele realizarse con leche cruda de oveja, que le confiere un potente sabor.
Es ideal para consumir como aperitivo acompañado también de otros productos dulces que aporten un contraste en el paladar. Tiene una textura más firme que el curado
- Alto aporte en vitaminas
- Calcio
- Nivel alto de sales minerales